Todos los años en esta época Mendoza se tiñe de morado y la provincia entera celebra la Fiesta Nacional de la Vendimia. Se festeja el inicio de la recolección de la uva, el fruto con el que se hace el vino.
Esta fiesta también pone fin al largo año de trabajo, donde hubo que atravesar diferentes obstáculos, inclusive inclemencias climáticas. “El productor vitivinícola y el obrero rural esperan esta época con ansias para celebrar y disfrutar”, asegura Marcelo Núñez, productor vitivinícola de la Cooperativa de Tres de Mayo.
La vendimia, además de ser la época de cosecha, es para Mendoza una expresión popular, un evento lleno de baile, música, teatro, despliegue de luces, escenografía y vestuario, que año tras año atrae a personas de todo el país y el mundo. Se trata de una fiesta tradicional y popular, que se festeja desde 1936, donde se representan, entre otras cosas, los trabajos de cultivo y cosecha de vid, el respeto y cuidado de la naturaleza, el sacrificio de quienes cosechan ante las inclemencias meteorológicas y el proceso con que se produce el vino.
“Ahora es cuando aparecen en acción el encargado de bodega y el enólogo. Desde ahora la materia prima está en sus manos y son los encargados de convertirla en vino”, explica Marcelo.
Para el productor es un momento de goce y descanso, ideal para recargar energías y volver a los campos para otro año de producción. “Ahora sí es momento de sentarnos con una buena copa de vino, que es la única obra de arte que se puede beber”, asegura. Ahora ya sabés, cuando llenás tu copa de vino, también la llenás de trabajo y de campo.